
¿Cuando es el momento de ir a terapia?
En un mundo donde el ruido exterior parece constante, lleno de estímulos diseñados para llaman tu atención, ¿cuándo fue la última vez que te detuviste a escuchar lo que realmente necesitas? La terapia no es sólo para los momentos de crisis; es un acto de valentía, una oportunidad para detenerte un segundo y mirar hacia adentro con honestidad. Pero, entre tanto ruido, entre tanto ajetreo, entre tantas voces que opinan y aconsejan… ¿cómo se sabe cuando es el momento de ir a terapia?
Cuando el cuerpo y la mente hablan, ¡escúchalos!
La vida no siempre es directa cuando algo no está bien. Las señales pueden ser sutiles o aparecer de maneras inesperadas. Tal vez tu cuerpo se ha convertido en un mensajero que, a través del cansancio, dolores o insomnio, intenta decirte algo que no puedes expresar con palabras.
¿Has sentido que un simple “todo bien” ya no alcanza para describir cómo te sientes realmente?
¿Has sentido la incoherencia de ver que, no, que por más que lo repitas, en realidad no sientes que todo está bien?
Esa desconexión entre lo que muestras y lo que sientes es un recordatorio de que algo necesita atención.
Puede que hayas descubierto que te sientes atrapado o atrapada en un ciclo de pensamientos repetitivos que no te dejan avanzar, o te has dado cuenta de que ciertos sucesos en tu vida han sido más difíciles de lo que imaginabas, que tus relaciones no te hacen sentir tan bien como tu querías, que tienes inseguridades, o tal vez únicamente sientes que algo no está bien y ni siquiera sabes qué es.
Todos estos motivos, incluso esos momentos de incertidumbre y el vacío que sientes en tu interior sin que haya pasado nada fuera, también son una invitación a buscar un espacio donde puedas explorar lo que ocurre, con calma y sin juicios, y preguntarte ¿qué necesito yo para estar bien?
No hace falta tocar fondo
Dar el paso hacia la terapia no es señal de que algo esté roto, sino de que valoras lo suficiente tu bienestar como para invertir en él. A veces, ni siquiera es necesario que exista una crisis evidente para buscar ayuda; el simple deseo de conocerte mejor y profundizar en quién eres ya es un motivo más que suficiente. Imagina la terapia como un espacio para explorar tus motivaciones, anhelos y entender mejor lo que te mueve en la vida. Visto así no suena nada mal, ¿verdad?
No solo se acude a terapia para encuentran respuestas. También se acude para descubrir preguntas que no sabías que debías hacerte o la importancia que tenían. Es una ventana desde la que observar todo aquello que ya conoces, tus relaciones, tus patrones y tus deseos, pero desde una perspectiva diferente y con ojos renovados.
Nadie duda de que eres una persona fuerte, inteligente, capaz de salir adelante… pero no por ello hace falta que convivas con un malestar solo porque lo puedes soportarlo, no hace falta que esperes a tocar fondo para pedir ayuda, ni que te enfrontes tu solo o sola a lo que te preocupa.
Derriba los prejuicios y serás libre
Todavía hay quienes piensan que buscar ayuda es un signo de debilidad, pero ¿qué puede ser más fuerte que mirarte al espejo y decidir cambiar lo que no te permite ser feliz?
Derribar los prejuicios que rodean a la psicoterapia es también liberarte de las cadenas del “deberías” para poder ser quien realmente eres y conseguir lo que verdaderamente necesitas. Sin normas que funcionan para todos igual, sin barrotes en forma de expectativas preconcebidas y sin que nadie te diga cómo deben ser las cosas. Superar estas creencias es abrir la puerta a una nueva manera de entender, de actuar, de sentir y vivir que es tuya, a tu ritmo y a tu manera, poniendo el foco en lo que realmente es importante: que tú estés bien.
La terapia es un acto de rebeldía contra el ruido del mundo exterior, una declaración de que mereces ser tú la prioridad en tu propia vida. La terapia es abrir las puertas a un espacio donde no necesitas justificar tus emociones ante nadie, un espacio donde tú tienes el papel protagonista y donde simplemente puedes ser y mejorar.
¿Cuando es el momento de ir a terapia?
Cuando decides que no, que los prejuicios y los falsos mitos no te van a impedir priorizar lo que realmente importa.
Si leer esto te remueve por dentro…
Si algo de lo que has leído te remueve, quizás sea porque estás escuchando como algo resuena en tu interior y grita: es momento de cuidarte y priorizarte.
No te engañaré, la terapia no siempre es fácil.
Habrá momentos en los que te sentirás genial, otros en los que sentirás que vuelves a caer, te enfrontarás a cosas realmente difíciles y, por supuesto, también habrá momentos de risas y celebraciones. Cada paso será un pequeño avance hacia una versión de ti que se siente más libre, más completa y más en paz, consigo misma y con los que te rodean.
Pedir ayuda ya es empezar. Es más, si estás leyendo este artículo, felicidades, porque ya has empezado. Haz de este momento el inicio de algo diferente. No esperes a no poder más para darle una oportunidad a la psicoterapia. La decisión de cuidarte puede ser hoy, ahora, porque tú lo vales y porque el bienestar no es un lujo, es tu derecho y es lo que mereces.
Hazlo por ti y por la vida que mereces vivir.
Si aún te preguntas cuando es el momento de ir a terapia… si has llegado hasta aquí, posiblemente el momento sea ahora.
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Andreu Manyós
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